FORMACIÓN DE PALABRAS
El creador de
la lingüística moderna es el suizo Ferdinand de Saussure. Su Curso de lingüística general, publicado
de forma póstuma por sus discípulos en 1916, renueva los estudios sobre el
lenguaje al convertirlos en una ciencia basada en los métodos experimentales.
Como toda ciencia, la lingüística se dividirá en otras, según el objeto de su
estudio: la fonética y la fonología estudiarán los sonidos y los fonemas, la
morfología la forma de las palabras, la sintaxis su función en la oración, y la
lexicografía y la semántica las palabras que forman el vocabulario de un lengua
y su significado.
Para Saussure,
el lenguaje se basa en el signo lingüístico. Un signo es una entidad física que
está en lugar de otra, evocada o mental; es decir, tiene dos planos: el
significante (el sonido que escuchamos en el lenguaje oral o las grafías que
vemos escritas) y el significado (la parte mental que evocamos al oír o ver el
significante); en el caso del signo lingüístico, la relación entre significante
y significado es de carácter arbitrario y convencional.
El lenguaje es
entonces un sistema formado por un conjunto de elementos y las normas que rigen
el modo en que los elementos más pequeños se pueden unir entre sí para formar
unidades mayores, desde el fonema (en el lenguaje oral) al discurso. Los monemas[1]
pueden dividirse del siguiente modo:
- Lexema o raíz


-
Derivativos (o afijos)

-
Flexivos - Género y número
- Morfemas verbales
-
Independientes (artículos, preposiciones…)
Teniendo
en cuenta el esquema anterior, las palabras se clasifican por su constitución
en:
Palabras simples: Formadas por un solo lexema o un
solo morfema independiente, o un lexema con morfemas flexivos.
Palabras
compuestas: Formadas
por dos o más lexemas, o dos morfemas independientes (porque); pueden llevar morfemas flexivos.
Palabras derivadas: Un lexema acompañado de uno o
más morfemas derivativos (prefijos o sufijos).
Palabras
parasintéticas:
Existen dos tipos de parasíntesis:
1) Composición+derivación: paracaidista
2) Prefijación + sufijación: se crean nuevas
palabras añadiendo un prefijo y un sufijo a un lexema, de forma que la palabra
no sea una derivada de una palabra ya existente, sino que se crea por vez
primera con ese prefijo y ese sufijo a la vez: en-dios-ad-o.
Para comprobar si una palabra es derivada o
parasintética basta con eliminar uno de los morfemas derivativos (prefijo o
sufijo); si la palabra no existe solo con uno de ellos significa que la palabra
se ha creado de una sola vez, añadiendo en un mismo proceso de formación el
prefijo y el sufijo, así que es parasintética, en el ejemplo podemos comprobar
que no existe la palabra * en-dios, ni tampoco existe la palabra * dios-ad-o.
No hay que confundirlas con las palabras
derivadas. En el caso de la palabra in-toler-ante tenemos una palabra derivada
y no parasintética ya que primero se deriva la palabra toler-ar con un morfema
dependiente derivativo sufijo -ante y, después, se vuelve a derivar añadiéndole
un prefijo in- para dar intolerante.

[1] Monema: En el análisis
morfológico, unidad mínima dotada de significado.
[2] Prefijo: Afijo antepuesto
a la raíz (im-par).
[3] Sufijo: Afijo pospuesto a
la raíz, propio de la derivación (lav-able).
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